lunes, 23 de febrero de 2009

A 75 años de su asesinato El General de Hombres Libres


Han pasado 75 años de la muerte de Augusto César Sandino, el General de Hombres Libres, como lo llamó el intelectual francés Henry Barbusse. Un 21 de febrero de 1934 fue detenido por la Guardia Nacional, que encabezaba Anastasio Somoza, y luego asesinado bajo el consentimiento de Washington. El propio embajador de Estados Unidos en Managua, Arthur Bliss Lane, impartió la orden.

Para entonces aquel hombre nacido en Niquinohomo (Masaya) en 1895, en el "seno de los oprimidos" como dijo alguna vez, había cumplido su promesa: luchar hasta la retirada de las tropas yankis de Nicaragua.

En 1926, bajo el fuego cruzado entre liberales y conservadores, E.E.U.U había intervenido en la nación centroamericana. El conservador Adolfo Díaz, fiel seguidor de los dictados imperialistas ocupaba la presidencia.

Ese año de abierta injerencia, cuando Sandino volvía de México, donde trabajaba como mecánico de la Huasteca Petroleum Company, traía la experiencia de las luchas sindicales ante las transnacionales, y la decisión de combatir por su país.

En 1927, mientras los liberales entregaban las armas frente a los interventores, sus ideas tomaron fuerza y en una circular telegráfica hizo pública su disposición a seguir luchando.

La consigna Patria y Libertad unió a unos 6 000 hombres, fundamentalmente campesinos, en las montañas de Las Segovias. La resistencia del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, conducido por Sandino, logró que el 1 de enero de 1933 las tropas norteamericanas salieran de Nicaragua.

"Mi idea campeó en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia", ese es uno de los mensajes de su Primer Manifiesto Político, un legado que revisita Latinoamérica, y que valida, al cambio del tiempo, repetidas evocaciones.

Fuente: Granma